sábado, 27 de febrero de 2010

CALAVERA (4ta. parte)


Las Dos historias de amor que hoy relataremos, están basadas en hechos reales como todas las de esta serie. Aunque ambas tienen un fondo bromista, hemos recurrido a fuentes serias, -valga la paradoja- y fidedignas, sobre todo para la primera, como después comprobarán.

"LA NOVIA" DE VITAL

Una madrugada -hace de esto veinte años- un misterioso llamado femenino requirió en el teléfono del Bar Central (2820), a "Vitalito". El sorprendido parroquiano que había atendido, notó que no se trataba de una voz conocida, por lo que atinó a preguntar:

¿De parte de quién ? ...

De parte de Colomba, fue la respuesta cortante.

A su edad y a semejante hora, picado por la curiosidad Calavera soltó con presteza la bandeja, se arregló un poco -como si el encuentro debiera ser presencial- y arrancó raudamente hacia el teléfono, para preguntar ansioso:

Hola, ¿quién habla?

Soy yo ... Colomba ... Vitalito! ¡te quiero! ... la voz seca se había tornado meliflua, casi sensual.

Calavera quedó estupefacto. Mientras sus oídos recibían ese impromtus de amor inesperado, sus ojos sorprendidos recorrían la barra, que en llamativo silencio contenía la respiración, pendiente del mas mínimo de sus gestos.-

Repuesto del primer impacto emocional, Calavera pareció recuperar el aire al articular las primeras palabras destinadas a la ignota dama. Ahora la sorpresa cambiaba de bando: la boca de Vital, acostumbrada a los gritos rezongones, pronunciaba las mas dulces expresiones de amor, que la barra escuchaba atónita. Algunos se pellizcaban para ver si no estaban soñando.-

Así se inició un largo romance telefónico, que duró por espacio de dos años. Al tiempo todos reconocían la voz casi familiar de "Colomba" sin necesidad del consabido ¿de parte?... Cuando se pasaba la hora habitual del llamado, Calavera se tornaba irascible (para lo que estaba bien entrenado). Otras veces, durante largas temporadas no había llamados pero en cambio Vital recibía postales, cartas, cajas de bombones -que le recordaban sus inicios confiteros- todas con afectuosos mensajes de su querida.-

Mucha de esa correspondencia provenía de La Plata, lo cual dio la pista para que los mas perspicaces detectaran el orígen de los enigmáticos mensajes: provenían de un estudiante universitario amigo de Vital, a quien -para usar un giro lugareño- le gustaba el piquete. Con la ayuda de un pañuelo, lograba una voz parecida a Colomba, conocida locutora de televisión, esposa del cantor Enrique Dumas:. Develado el misterio, el secreto dejó de ser tal. Pero sólo para los muchachos, que evitaron enterar a Calavera, a fin de no destrozarle esa ilusión. Hasta Hortensia prestaba su colaboración en la broma y cuando ella atendía las llamadas, se las pasaba a Vital fingiendo celos:

Ahí te llama ¡¡esa!!

Con el paso de los meses, Calavera comenzó a manifestar cierta urgencia por conocerla personalmente: A Colomba se le complicaba la situación, hasta que un día, en una fiesta de la familia Betolaza, quedó tan impecablemente disfrazado de mujer, que al mirarse al espejo creyó llegada la gran oportunidad. En el trayecto hizo una escala en el Club Neptunia, desde donde le habló por teléfono para anunciarle la inminente visita.

Las dos cuadras que distaban hasta el Bar Central, las hizo seguido de una caravana de autos, pues nadie quería perderse el encuentro.

Vital prolijamente emperifollado, aguardaba expectante conteniendo su emoción, flanqueado por la guardia pretoriana que lo acompañaba conteniendo ... su risa. Llegado el momento culminante, Colomba avanzó sobre su amado, lo estrechó en un descomunal abrazo y le estampó tantos besos que le descargó todo el rouge, parte del maquillaje y hasta una pestaña. Cuando por fin lo saludó, al grito de: ¡Vitalito!!, era tanta su emoción, que se olvidó de disimular la voz y le salió la suya. Entonces Vital lo reconoció y en una reacción, mezcla de enojo sorpresa y alegría, lo confundió en otro abrazo al par que le decía:

Eras vos, Colomba y la rep.....m... que te p...... Desde ese día nunca mas lo llamó por su nombre y cada vez que pasaba por la esquina, le gritaba un cariñoso ¡Adiós Colomba...! A todo esto, ustedes se preguntarán:

-Al final, ¿Quién era Colomba? Pues, el autor de estas notas. Les advertí que la fuente era buena.

"EL NOVIO" DE HORTENSIA

Hace unos treinta años, llegó al bar un Señor que venía del campo sin conocer a nadie, y en un arrebato de amor a primera vista, quedó prendado de Hortensia. Como se trataba de un hombre de mucha tela, los muchachos vieron la oportunidad y con el acuerdo cómplice de Hortensia, se montó la mise en scene, comenzando ésta a corresponderle en sus simpatías. El hombre se desplegaba en atenciones y buscaba congraciarse con la familia. Para que los muchachos no quedaran off, como se dice ahora, "la familia" de Hortensia empezó a hacerse mas numerosa.-

De este modo, Pinuco Pereda que se convirtió en sobrino y Atilio Dellachiesa como primo, pasaron automáticamente a ser beneficiarios de tanta magnanimidad (preferentemente, tinto).

Quienes eran hijas verdaderas como Baby y Nené, tuvieron que cambiar su rol por el de sobrinas, para preservar la soltería de la festejada Hortensia. Pero quedaba un serio escollo: ¿Qué era Vital de Hortensia? Pues muy sencillo: ¡el hermano! De paso, justificaría un inadvertido papá de las sobrinas de Hortensia. Y así durante un largo tiempo, los numerosos familiares iban de asado en asado con el pródigo pariente. Ese sí que era un cuento del tío. Pero no hay felicidad eterna: Vital, que como de costumbre, era el único que no estaba al tanto de la broma, un día husmeó algo raro y retó severamente a Hortensia. El novio le espetó: -¿Cómo te dejás retar así con tu hermano?

Esto enfureció del todo a Calavera quien gritó: -¡Qué hermano ni hermano! ¡Sepa que soy el marido!!!

Fue el final: cuando quisieron acordar, a Hortensia se la había tragado la tierra. Y por un tiempo largo, pues el hombre andaba rondando despechado.-

Así terminó el jugoso "noviazgo".

Publicado el 27-5-87

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