sábado, 27 de febrero de 2010

REQUIEM PARA UNA EPOCA


Al cierre de esta etapa, rescatamos una característica, para mejor comparar las distintas épocas: estas sociedades se fundaron alentadas con un objetivo primordial: bailar. Parece una perogrullada, pero no lo es tanto.

Aquellos pioneros no obraban con fines de lucro y todo lo que recaudaban, era volcado en la misma actividad. Y queremos destacarlo, porque en los tiempos que vinieron después, jugó otro tipo de motivaciones: los bailes pasaron a organizarse con un criterio mas utilitarista. Y aunque las instituciones organizadoras conservan su condición de entidades sin fines de lucro, las recaudaciones empezaron a destinarse para otros proyectos. Finalmente se impusieron los bailes encarados por empresarios particulares, con criterio puramente comercial.-

Nada de esto ocurrió con La Aurora o La Lira, que se proponían bailar y para eso lucharon. Sí, ¡lucharon! porque en su época organizar un baile no era cosa facil y con mucho empeño, abrieron el camino para que nuestra sociedad evolucionara hacia otras formas de recreación.-

COMO SE PRODUJO EL CAMBIO

Todos estos bailes transcurrían en locales cerrados. Prácticamente no se conocía la reunión al aire libre. Y eran para un número limitado de concurrentes, determinado por la cantidad de invitaciones, en base a los registros de cada sociedad.-

Las orquestas eran casi siempre locales y no podía siquiera pensarse en traer conjuntos foráneos, ya que hasta mediados la década del 30, no tuvimos la ruta terrestre a Buenos Aires.

Pero a partir su apertura, se hizo posible traer grandes orquestas de la Capital Federal y como estas eran mucho mas caras, hubo que trasladar los bailes a pistas abiertas, para incrementar la recaudación

Esto hirió de muerte a los bailes de salón. Raúl Ghiglia lo ha explicado con elocuente expresión: "aquellos bailes se acabaron el día en que alguien puso en la puerta una boletería". Y así fue: se acabó con ello el pintoresco requisito de la invitación, para dar lugar a los bailes masivos y populares, donde cualquiera podía entrar con solo pagar la entrada. Aunque como luego veremos, persistieron por un tiempo ciertas exigencias en cuanto a vestimenta y moralidad.-

Volveremos sobre esto con mas amplitud. Porque los bailes del Club Independiente que veremos próximamente, muestran claramente esa evolución: empezaron siendo por invitación y terminaron transformándose en las multitudinarias reuniones que después conocimos.-

Pero antes, pasaremos revista a otros bailes que marcaron una época: los grandes bailables del Lusera.

Publicado el 4/06/88

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