Habíamos anticipado que esta serie de los bailes de antaño iba a ser la mas larga. Llegamos a la duodécima nota y todavía están en espera los bailes del Lusera, Independiente, Central Entrerriano, Club Frigorífico, los del Concejo Deliberante, Neptunia, Confitería París, Club Recreo y otros. Hay para rato.-
Pero antes de terminar este capítulo, veamos algunas grajeas sueltas sobre aquellos bailes, para después mencionar otras actividades de la pintoresca sociedad.
DE POCAS PULGAS
Uno de los eximios músicos que pasaron por
En uno de aquellos bailes ejecutó un vals con tal calidad interpretativa, que el público prorrumpió en aplausos y le pidió un bis, a lo cual el Maestro accedió. Al terminar esta ejecución, los danzarines le solicitaron nuevamente el vals; don Luis los satisfizo, aunque no de muy buena gana. Cuando acabó, otro bailarín entusiasmado le pidió un nuevo bis (en realidad ya era un cuatrís). Al parecer, esta fue la gota que colmó el vaso, porque el eximio ejecutante estalló. ¿Cómo? Pues comenzó a tocar el repetido vals y sin que nadie se lo pidiera, prolongó su interpretación ¡una hora y media! hasta alcanzar quince reiteraciones de la apetecida pieza. Recién cuando la última pareja se sentó, puso fin a su actuación. Era lo que se dice ¡un hombre de carácter!
IDEA SALVADORA
No todas las épocas fueron igualmente brillantes.
La semana que viene hablaremos de los directivos y asistentes mas asiduos de
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