sábado, 27 de febrero de 2010

EL PARTIDO DEL SIGLO


¡Que final! ... ¡De campanillas! ... ¡Para alquilar balcones! ...Así podríamos formar un catálogo, con las expresiones mas usadas para comentar un partido de emocionante desarrollo e incierto resultado.

Pero el encuentro que vamos a recordar hoy, excede todas esas adjetivaciones, ya que por sus singulares características, imposibles de repetirse, lo hemos calificado sin temor a la exageración como el partido del siglo.

Fines de 1954. El básquet de Gualeguaychú, con la base de Central Entrerriano , de la mano de aquel Maestro en el deporte que fue don Luis Narciso Comeres, era el mejor de la provincia. Por si alguna duda hubiera, la selección local había resultado campeona provincial de 1952 en Diamante. En 1953 revalidó el título en Villaguay, y ahora debía defender el honroso lauro, en su propia ciudad, sede del 12ºTorneo Entrerriano de Selecciones Mayores de Basket Ball.

Luego de vencer a Paraná por 35 a 33, el poderoso equipo concordiense quedó clasificado para disputar la final con Gualeguaychú, que a su vez había llegado invicto a la etapa definitoria. El clima previo al partido era por demás fervoroso: "Cien pesos vale la platea esta noche", dijo alguien, para significar lo que podía llegar a vivirse. Y posiblemente se quedó corto, porque una jornada de esas características no se paga con ningún dinero.

Por eso el autor de estas líneas se considera doblemente afortunado, ya que apenas tenía 9 años y pudo verlo gratis en razón de que los menores de 12 no pagábamos entrada.

TRAMITE DIFICIL

El seleccionado de Gualeguaychú ingresó a la cancha con Taco Pedrazzoli (capitán), Floreal Crespo, Aparicio Dumón, Garza Rossi y Minucho Martínez.

Los primeros minutos fueron para la desesperación de los locales: tras el salto inicial viene un doble de Concordia. A los pocos instantes, otro doble y otro mas. Un solo simple había convertido Gualeguaychú, que parecía no controlar los nervios. Nuevo doble del visitante; no habían transcurrido cinco minutos de juego cuando el tanteador favorecía a Concordia por la diferencia contundente de 8 a 1. ( Para los lectores no habituados a ver una planilla de basquet, en las cifras que van a continuación, los tantos del lado izquierdo son los del local, o sea Gualeguaychú).

Pero nuestros rivales no pudieron sacar provecho de la ventaja y en los minutos siguientes la planilla fue modificándose así: 3-8, 5-8, 5-9, 5-11, 7-11, 9-11, 10-11 y 10-12. Luego entra Febo Crespo, con lo que reaccionan notablemente los locales, para finalizar victoriosos el primer tiempo, con 19-14 a su favor.

Se inicia el segundo tiempo y nuestra selección acrecienta su poderío: 21-14, 22-14, 23-15, 23-16, 25-16, ¡27-16!. Los once puntos de diferencia hacían rugir la barra local que al principio había temblado. Y cuando ya acariciaban el triunfo, el sólido equipo concordiense reaccionó en forma sorprendente, al declinar el rendimiento de Gualeguaychú con esta progresión: 27-17, 27-19, 27-20, 27-21, 27-23, 27-25, 27-27, 28-27, 30-27, ¡30-29! Todo esto con la luz roja de los tres minutos finales encendida desde hacía rato.

El dramatismo del desenlace -que mantenía de pie a todo el público- pareció llegar al paroxismo cuando un simple y un doble de Concordia pusieron el marcador 30-32, favorable a la visita. Faltaban pocos segundos, se pone en juego la pelota; la marcación concordiense y los nervios de Gualeguaychú nos resultaban paralizantes. Floreal Crespo estaba en el centro de la cancha con la pelota, alguien le grita que se terminaba: con aquel singular estilo que utilizaba para los tiros largos, el popular "Petrona" colocó el balón a la altura de sus rodillas. Midió el tiro y desde la llave central, esa pelota histórica, en un vuelo que pareció durar un siglo, fue a introducirse limpiamente en el fondo de la red, alcanzando el ansiado empate en 32, en el mismísimo instante del timbrazo final.

El estallido fue indescriptible.

En medio de ese clima,se inicia el período suplementario: con un tiro similar, Taco Pedrazzoli alcanza 34 puntos,que enseguida iguala Concordia, y hay que jugar otro suplementario. Nuevamente se adelanta Gualeguaychú por 36-34 y, cuando está a punto de finalizar, viene el empate de Concordia: ¡Tercer suplementario!

EL HISTORICO DESENLACE

Exhaustos estaban los jugadores de ambos equipos cuando se reinicia el juego. Con singular serenidad, Concordia logra sacar ¡seis puntos! de ventaja, al poner al tanteador 36-42 y así aleja toda la esperanza para nuestra selección. Y entonces vino el milagro: cuando ya nadie mas creía en el triunfo, nuestros bravos muchachos sacaron fuerzas, tal vez de su propia pasión deportiva y orgullo gualeguaychuense y ante una tribuna enardecida, vino un doble tras otro, para ponerse ¡41-42! Quedaban escasos segundos y Concordia nos aventajaba por un simple. Además estaba en poder de la pelota, pero la pierde y se escapa Minucho cuando le cometen un foul. Dos tiros libres para Gualeguaychú. ¡En sus manos estaba el campeonato! Convierte el primero y ante centenares de bocas que contenían la respiración , vuelve a tirar y encesta limpiamente junto con el sonido de la chicharra, para la gloria del básquet local. Así se ganó el tercer campeonato consecutivo, después de haber vivido las cambiantes alternativas del partido mas emocionante del siglo.

Digamos para complementar que el Presidente de la Asociación de Básquet, don Jacques Lalouf, se había fugado a la cancha de paleta del Club Central, ya que sus nervios no estaban para soportar semejante plato fuerte. Don Luis Comeres no ha vuelto a alcanzar en su vida el récord de cigarrillos de aquella noche. Y por si algo faltara, en medio de aquella emoción, se desplomó una tribuna en pleno partido, felizmente sin consecuencias.

Todo esto pasó un 6 de diciembre de 1954. Hoy, en que se cumplen 33 años de aquella jornada histórica para el deporte de Gualeguaychú, hemos querido recordarla a modo de homenaje. Así que si usted se encuentra con alguno de estos heroicos deportistas que tanto dieron por amor a su casaca, vuélvalos a felicitar sin olvidarse de esa extraordinario Director Técnico, al que tanto de le debe el básquet de Central y de Gualeguaychú. Nosotros también debemos destacar que,gracias a su memoria y generosidad, pudimos reconstruir esta hazaña deportiva.

Publicado el 6/12/87


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