sábado, 27 de febrero de 2010

EL COPETIN AL PASO -última parte-


LA BROMA DEL SIGLO:

LA CANDIDATURA DE "EL PADRE" TORRES

Hemos reservado para el final, el relato de esta travesura surgida entre los habitúes del Copetín, que sin quererlo, se convirtió en la broma de mas vastos alcances que registra Gualeguaychú.

EL PERSONAJE

Quizás por aquello de Todo bicho que camina..., el billetero Manuel Torres, adscripto a la agencia La Mascota, aterrizaba algunas veces en el Copetín, donde además de comprarle billetes, los parroquianos fingían cierto interés por la misteriosa religión que predicaba; de ahí su apodo El Padre. Alcanzaba tal identificación con sus curiosas creencias, que su verba se encendía con fanatismo y la grandilocuencia de las frases corría pareja a la incoherencia del contenido. Así, en una de esas entretenidas sesiones, alguien captó con perspicacia, que a través de estos arrebatos de megalomanía, el hombre "reunía las condiciones" y en el momento concibió la gran idea, mas tarde compartida por todos. Obviamente contaron con el incondicional apoyo logístico de Mario, y toda su infraestructura.-

PRIMEROS APRESTOS

En efecto, la misma noche en que despedían a Don Dionisio Peralta, con motivo de su jubilación en el Correo, allá por 1946 -año electoral- la idea comenzó a corporizarse con el anuncio oficial de la candidatura de Torres para INTENDENTE DE GUALEGUAYCHU. Al principio todo transcurría intra muros en el Copetín, pero pronto un inevitable y acelerado contagio colectivo, hizo que la candidatura trascendiera a toda la ciudad. Así, el gran letrero que frente al bodegón proclamaba visible: "Torres Intendente", rápidamente se multiplicó en paredes y cordones de todos los barrios, mientras comenzaban a circular los volantes que Juan De León imprimía en La Claridad. En pocos días, la popularidad del Padre Torres, había crecido en forma asombrosa. Es de lamentar que por entonces no existieran las encuestas para cuantificar el fenómeno.

LA PLATAFORMA

El libretista Samuel Villanueva puso toda su vena creativa en la confección de una plataforma para Torres, la que debía proveerle de la mística necesaria, para conquistar un apabullante apoyo multisectorial. El novedoso proyecto que el Padre sometía a juicio de sus conciudadanos, contenía ideas revolucionarias para la época, entre ellas: el embaldosado total del río, usando como soporte un pavimento flotante para que no lo dañaran las crecientes; la transformación de la red de obras sanitarias en un vinoducto para que el preciado líquido llegara gratuitamente a toda la comunidad; la construcción de una gran alambrilla que cubriría toda la planta urbana, para preservarla de la langosta y un toldo de igual tamaño para el verano, convertible en techo para los días de lluvia. También se preveía rodear todo el parque con una funda lateral, para que la gente pudiera tomar mate sin problemas en días de viento.

LOS ACTOS

Una plataforma tan novedosa no se podía desperdiciar en el reducto de su nacimiento. Había que hacerla trascender y para ello, se organizaron dos grandes actos: primero fue una cena de proclamación en el mismo Copetín, cuya desbordante concurrencia obligó a cerrar el tránsito, para ocupar con mesas toda la cuadra.

Ante semejante éxito, se organizó después el gran acto de proclamación en 25 de Mayo y H. Primo (actual Italia), con uso de altoparlantes y una multitudinaria concurrencia. A todo esto, en el seno del Partido Radical Tito MartÍnez Garbino y Morocho Bértora, mostraban preocupación porque el gran público estaba más para Manuel Torres, que para la campaña en serio. Con tal motivo, llamaron a la reflexión a Samuel para que pusiera fin al asunto. Pero era imposible a esta altura detener el avance de la candidatura. Ni siquiera las advertencias que Soco Pérez le pasaba desde enfrente por altoparlantes a todo volumen: "Te están engañando, Torres...", lograban llamarlo a la realidad . El pueblo entero se había prendido en la célebre cargada; la policía hacía la vista gorda y hasta el Intendente Municipal verdadero, prestó su colaboración.-

En efecto: Don Pedro Fernández Oyhamburu que detrás de su gesto adusto, escondía un espíritu sensible y un humor no desbordante pero sí oportuno, se detuvo un día frente al Copetín por casualidad, con su De Soto y el chofer Hipólito Ojeda pulcramente uniformado, e invitó a su virtual sucesor a recorrer las obras.-

IMPORTANTES "ADHESIONES"

Para la época de los grandes actos, Torres ya había cambiado su proverbial saco-pijama, por el traje blanco que sus promotores le habían comprado, junto con el bastón y sombrero Panamá. El día del gran banquete, antes de pronunciar su discurso en calle Churruarín, le llegaban innumerables ramos de flores que se iban anunciando sucesivamente. Al principio, provenían supuestamente de las chicas más lindas de la ciudad, por ejemplo, Catita Nieto. Luego de los presentes enviados por los restantes candidatos, que se rendían ante el inminente triunfador, llegaba el ramo del propio Intendente de Buenos Aires. Venían después los de Gobernadores, Ministros y el Presidente Perón, para rematar con los telegramas que enviaba la mismísima Corona Inglesa y Su Santidad Pío XII, adhiriendo a su candidatura. Cabe destacar a esta altura, la valiosa colaboración de los muchachos del Correo, sito por entonces en 25 y Churruarín, que se encargaban no sólo de confeccionar los importantes telegramas, sino también de hacer circular por las ventanas del edificio, el ramo de flores que, por supuesto era siempre el mismo (por razones de costo).-

EL FINAL

La noche del escrutinio Torres constató con cierta preocupación, que en los comités no figuraba su lista. La duda fue pronto disipada: se le explicó que los votos que se computaban en blanco, eran los suyos. Así culminó la célebre diversión que nació en el Copetín y se extendió a toda la ciudad, algo que seguramente no se repetirá.-

Y así termina la parte de esta serie dedicada al legendario recinto desde donde sus moradores irradiaron tanto humor. Alguien podría discrepar con esta forma de divertirse. No quisiera tomar parte en la discusión. Eso sí: lástima no haber nacido veinte años antes.

Publicado el 29/03/87

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