sábado, 27 de febrero de 2010

LOS LAVIGNA (3ra. parte)


"LOS ANGELITOS"

Contiguo a la carnicería de don Bernardo, sobre calle Paraná, funcionaba por aquel entonces el Bar y Comedor "Los Angelitos" que regenteaba su hermano, Lalo Lavigna. Este era como muchos propietarios de boliches de aquel entonces, una especie de caudillo, que ejercía su liderazgo desde el mostrador. Con su particular modo de ser, acriollado, le otorgaba un estilo franco y campechano al lugar donde los parroquianos se sentían como en su casa.-

Los asiduos concurrentes de "Los Angelitos" eran en parte, los mismos de la carnicería. Pero también debemos destacar, entre los mas caracterizados, a Licho Angio, Camilo Fernández, Miguel Angel Chacón, Arturo Salas, Carlitos Rossi, Pato Luciano, Alfredo Durand Thompson, Juan C. Fernández, Rubén Peralta, Tuca Salas, y algunos jovencitos como Bebe Rossi, Petete Laxague Juan Luis Zuluaga, Chato Luciano y los Castagnino.-

Si bien el comedor funcionaba todo el día, eran las veladas nocturnas las que le daban realce y renombre.-

Es que los noctámbulos de entonces, se habían acostumbrado a pasar por el comedor a la salida de los bailes, ya que el mismo no tenía limitaciones en cuanto al horario, y gozaba de ciertas licencias que posibilitaban una franca diversión.-

Las reuniones mas usuales eran las cenas de homenaje y festejos diversos. Muy especialmente, las infaltables despedidas de solteros "a todo bueno".-

Baste como ejemplo de ello, el ágape con que la barra de amigos agasajó al recordado "locutor, caballero y deportista" -así rezaba la tarjeta de invitación- Alfredo Durand Thompson.-

Los ampulosos calificativos de la tarjeta no impidieron sin embargo, que sobre la cabecera de la mesa, justo arriba del homenajeado, colocaran cuidadosamente un balde con agua, que en el momento oportuno dejó caer su contenido sobre el agasajado, con lo que cobró realidad aquello de "aguarle la fiesta".-

No conformes con ello, de allí se fueron al Bar Americano, que funcionaba en calle Urquiza, frente al Teatro Gualeguaychú, de donde Pepe Zoilo, menos contemplativo que Lalo, los tuvo que despedir por "mal comportamiento".-

EL NIÑO DEL BANDONEON

En el salón de "Los Angelitos", muchos tuvieron el privilegio de escuchar los primeros acordes del bandoneón que con singular maestría ejecutaba un niño de doce años. Su madre doña Celia Cruz , era la artífice en aquella cocina de buena fama y el niño le ayudaba en sus menesteres.-

Cuando pasaba la hora de mayor afluencia y el trabajo mermaba, éste con anuencia de su madre, sacaba el bandoneón y hacía sus ensayos, para deleite de todos los presentes, entre los cuales se contaban algunos músicos conocidos que recordaremos mas adelante.-

Y así, el niño del bandoneón se fue ganando el afecto de aquellos hombres que al escucharlo, se enternecían y reconocían el talento del precoz ejecutante. Era pues la mascota, el querubín de todos.-

Con el tiempo se convirtió en un músico de nota cuya fama trascendió su Gualeguaychú natal y llegó a escenarios capitalinos. Fue, además, uno de los personajes mas queridos de la ciudad, dentro y fuera del ambiente musical. Me estoy refiriendo a Guillermo Inchausti.

En cuanto a la próxima entrega relataremos cómo un casual encuentro, cambió el destino de este consagrado intérprete del bandoneón.

Publicado el 2-8-87

No hay comentarios:

Publicar un comentario