sábado, 27 de febrero de 2010

LOS BAILES DEL CLUB INDEPENDIENTE (1ª nota)


Corresponde ahora referirnos al Club Independiente. Es la única institución que en materia de bailes, pasó por todas las etapas: desde aquellas reuniones atildadas en salón cerrado -con estricta etiqueta y rigurosa invitación- hasta las reuniones multitudinarias, en pista abierta.

Allá por 1938, el popular Club del Barrio Norte pisaba el cuarto siglo y apenas contaba con una piecita que le alquilaba don Félix Cattáneo en calles San Juan y Seguí. Con estas instalaciones era imposible pensar en actividad social alguna.

Pero un día, durante la presidencia de Mario González, a los inquietos dirigentes se les ocurrió incursionar en el tema de los bailes. Cabe recordar que Mario desempeñó varias presidencias en el Club, desde que sucedió en el cargo a José María (Chuita) Arrejoría. Pero largarse a hacer bailes no era cosa fácil. Ya hemos visto que en esa época, estos se hacían muy espaciados. Además, era muy difícil llegar a formar una clientela, asentada en "registros", como hemos visto.-

¿Qué se hizo entonces? Lo más lógico: se entablaron tratativas con otras instituciones de bailes y se logró la incorporación de algunos miembros, a la flamante Subcomisión de Fiestas del Club Independiente. De este modo, en pocos años, aparecen los nombres de Domingo Cammarotta y Luis Tagliana, provenientes de las recreativas, junto a otros de origen rojo como Raúl Ghiglia, Miguel Campañá, Quique Kasten, los Allende, Eduardo Castillo y algunos que después recordaremos. Conquistar el ambiente social del centro para sus fiestas, era la única forma de acometer la empresa a que se habían lanzado los entusiastas dirigentes. Y lo lograron.-

Mediante un convenio con la Sociedad Recreativa "Juventud Unida", se arregló que el gran baile del 25ºAniversario del Club Independiente se realizara en el salón de la Sociedad Italiana "Unione e Benevolenza" (actual Círculo Italiano), de la que aquella era usuaria. El éxito alcanzado tuvo gran repercusión en el ámbito social de Gualeguaychú.

Todavía se utilizaba el tradicional mecanismo de las invitaciones que se repartían casa por casa entre las familias vinculadas, a la vez que se les vendía un número con derecho a sorteo.

A quien resultaba favorecido la noche del baile, se le adjudicaba un vistoso muñeco vestido con la casaca roja del Club. El dinero recaudado servía como recurso adicional para pagar algunos gastos menores. Las damas concurrían gratis en calidad de invitadas y los varones pagaban su entrada.

Entre las orquestas que amenizaban aquellos primeros bailes, se recuerda la de Kuroki Murúa y también actuaban los hermanos Argelio y Dante Pietrafessa. Este último, identificado totalmente con la institución, compuso una marcha dedicada al Club Independiente. También actuaba la orquesta de don Luis Quaranta. En una oportunidad en que éste interpretó ritmo de jazz y Kuroki , tangos (típica), para no demorar la secuencia del baile se instalaron dos pianos, uno en cada extremo del salón, de tal modo que finalizaba un conjunto y arrancaba el otro casi sin interrupción.-

El próximo domingo iremos avanzando hacia la época de oro de Independiente en materia de bailes.

Publicado el 25/9/88

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